La luz de otra manera
Aunque también es un juego, la propuesta «Jugar a ver» no es como los juegos infantiles de aprender a mirar. Esto no es El ojo mágico, en el que haya que hacer un esfuerzo desenfocando la mirada, para descubrir figuras ocultas. Tampoco se trata de encontrar a ningún Wally. El juego que «Jugar a ver» propone es en realidad el juego mismo del arte. El arte como juego, pero también el juego como metáfora hermenéutica de la relación del hombre con el mundo. Ha sido Gadamer el que, en Verdad y Método ha desarrollado esta idea, a partir precisamente de una convergencia lingüística de las principales lenguas centroeuropeas en torno al juego como clave para la interpretación de la esencia del arte…
Miguel Cereceda